La espiritualidad de la diversidad

Significa el encuentro de las diversas formas del hacer pero que están unidas por un profundo sentimiento de unidad, de reconciliación, de amor verdadero a la especie humana y al universo todo, por ello los que así lo sienten se unen para hacer sus pedido por la Paz y la No violencia en este mundo que compartimos todos.

http://sextocontinente2010.blogspot.com/2009/06/pedido-conjunto-por-la-paz-y-la-no.html

NOSOTROS, TU Y YO podemos extender este manto de bondad hacia nuestros seres queridos e ir más allá, quizás hacia nuestros vecinos, compañeros de estudio o trabajo.... o más allá aún... podemos ponernos las alas del intento!!

Mira, observa el video y hagamos juntos... Conecta con: info.holograma@gmail.com

¿Qué es para ti la espiritualidad?

Video realizado en la calle con respuestas de la gente...
http://comunidad-delos-abrazos.blogspot.com/2009/07/video-que-es-para-ti-la-espiritualidad.html

Interesante explicación sobre este tema:
http://comunidad-delos-abrazos.blogspot.com/2009/07/espiritualidad-dario-ergas-2007.html

y más entradas sobre nuestra nueva ESPIRITUALIDAD de la diversidad...
http://comunidad-delos-abrazos.blogspot.com/search/label/Espiritualidad

Como hacer un pedido y que se cumpla...

http://comunidad-delos-abrazos.blogspot.com/2009/08/el-pedido-la-bocanada.html

LA ESPIRITUALIDAD EN LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL

Últimamente me han invitado a varias charlas sobre espiritualidad, y siempre las agradezco a pesar de que sé exactamente lo que me va a suceder cuando me ponga al frente del teclado y clikee el procesador de palabras para colocar en pantalla una página en blanco. Sé perfectamente que esa página quedará en blanco mucho tiempo. Porque, ¿cómo se habla de espiritualidad? Aún así acepto la invitación, porque si las palabras salen serán palabras verdaderas. Verdaderas porque algo en mí se habrá conectado con espacios de la interioridad humana en que esas palabras serán signos que traducen algo que no tiene signos, algo que no puede ser expresado con palabras y me conmocionaré con sólo imaginar que algún día puedan ser realizadas.

Quién habrá pronunciado por primera vez la palabra Justicia. Quién habrá pronunciado por primera vez la palabra Libertad. Imagino a ese mono desnudo hace 50.000, 100.000 años, mirando una fogata, en una noche inmensa, en una tierra inmensa, algo sucede adentro de él, algo muy grande, algo que no está en ninguna parte, no está, y aparece un rumor, un grito interno, que los ecos de la roca no rebotan, Justicia.

El aire que hay en esta sala no se ve, pero si lo extraigo por medio de una bomba de vacío, sabríamos que falta y correríamos a romper los vidrios para que entre y llene la sala y llene los pulmones. Con lo espiritual, pasa algo parecido, no se ve, no se palpa, no tiene olor, pero si por un agujero de la existencia esa sustancia se escapara, un vacío escalofriante comenzaría a recorrernos y nos cubriríamos de soledad, de miedo y de sin-sentido y correríamos a buscar una ventana por donde entre un viento espiritual que golpee el alma y renueve nuestro ser.

Vamos a hablar de una sustancia que los sentidos no perciben y la razón no puede aprehender y que pudiera ser la consistencia misma de todo. “Con arcilla se moldea un recipiente, pero es el espacio que no contiene arcilla el que usamos como recipiente. La existencia proviene de las cosas, pero de la no existencia proviene su sentido” (Tao te King, Lao Tse)

Si no se puede percibir y si al pensarlo a la razón se le escapa como agua entre los dedos, vale preguntarse si habrá algún modo de acceder en forma directa y experiencial a eso que llamamos espiritual. La intuición de aquello es un gran paso, la fe en aquello es otro modo, pero debo distinguir en esa fe, si es ingenua, si es fanática o si está fundamentada en una experiencia.

Cabe preguntarse de qué sirve esto, ¿para qué podría querer uno la evidencia indudable de la espiritualidad?, ¿de qué me puede servir en el desarrollo de mi profesión, ¿porqué una espiritualidad pudiera ayudar a fundamentar una conjunto de ideas transformadoras, o una pedagogía, o una psicología, o una sociología o un trabajo social?

¿Por qué? Porque estamos en problemas. Estamos viviendo cambios acelerados y todo va quedando obsoleto, no me refiero a los instrumentos tecnológicos, que mal que mal es a lo que más rápido nos adaptamos, quedan obsoletos los sistemas de pensamiento, las instituciones que se suponían naturales e inmutables, los modelos de vida, los modelos sociales en que ponemos nuestra confianza y nos defraudan al poco andar. Una atmósfera de desorientación y confusión tiñe la vida cotidiana. Estamos en problemas porque se han oscurecido los fundamentos y necesitamos encontrarlos, porque hemos perdido el Sentido y nos sentimos cada vez más vacíos, nosotros mismos, o la sociedad en la que estamos inmersos. El sol que iluminaba la existencia se ha eclipsado y ahora caminamos a tientas y necesitamos luz.

Esta sustancia espiritual nos presenta un problema y es que no acepta las categorías de tiempo y de espacio y cómo puede haber algo fuera del tiempo y del espacio. Y si está fuera del tiempo y del espacio, cómo es posible que tenga contacto contigo o conmigo.

Si por un momento pudiera tomar contacto con eso, si por una infinitésima de segundo pudiera tomar contacto con la eternidad, ¿qué pasaría luego?, ¿qué hago con eso?. ¿Inspiraría acaso esa experiencia el diario vivir, o sería algo inconexo, una anécdota vital sin mayor importancia?

Mi vida ¿es una realización cargada de sentido, de significados, es una búsqueda apasionada por el encuentro con la libertad, con lo trascendente, o es mas bien una vida mecánica de acción y reacción, distraída, huyendo del agobio? Y si mi vida fuera un poquito mecánica, ¿hay momentos en ella sublimes que parecieran conectarme con otra realidad? Las cosas que hago, ¿me llenan plenamente?

En la historia humana, si pesquisamos el origen de las culturas, detectaremos momentos en que esa cultura asiste al acercamiento con una experiencia trascendente, totalizadora que es origen de todo el desarrollo de esa civilización. Esa experiencia inspira siglos y a veces milenios de transformación de su mundo. Ese mundo transformado, aumenta su complejidad hasta un momento en que requiere nuevas respuestas que no se encuentran y esa civilización comienza a chocar, a oscurecerse, a caminar a tientas en la noche, tropezándose a cada paso. Entonces los habitantes de esa época, las generaciones de ese momento histórico, buscan cada vez con más fuerza y mientras más tropiezan más fuertemente buscan un fundamento que la ilumine, que muestre el sentido, que vuelva a reconocer su esencia.

Hoy vivimos el encuentro de las culturas, el encuentro de distintas civilizaciones que fueron inspiradas en distintos momentos de la historia. Hoy cientos de miles de años de historia humana convergen en un mismo espacio y en un mismo tiempo. Chocan unas con otras, tropezamos a cada paso y cada vez con mayor intensidad buscamos en la profundidad de nosotros mismos esa luz, ese fundamento que puede llenar y darnos sentido, a cada uno, a nosotros y al proyecto humano. Tomar contacto con una espiritualidad que comprenda a las distintas creencias, que reconozca el valor y la verdad de cada cultura, y que impulse a toda la humanidad a realizar en el mundo, a traducir en el tiempo y en el espacio, la grandeza que la envuelve y que la empuja. Es por esto que pudiéramos estar necesitados de un contacto, de una experiencia con esa sustancia espiritual.

Da la impresión que suavemente algo nuevo estuviera sucediendo en la interioridad de cada uno de nosotros, no lo sabemos explicar, pero pudiera estar sucediendo que empiezo a sentir un rechazo a flor de piel de todo lo que suene a dogma, a todo lo que suene a imposición, un asqueamiento con la mentira y la violencia, una búsqueda en mí mismo, porque reconozco el dogma y la violencia en mí y no me gustan.

Algo suave, informe, una brisa que sopla en el alma, una nueva espiritualidad que se acerca, que toma contacto, que nos insinúa un mundo futuro.

Si esto es así, en mi interior, en mi intimidad pudiera estar sintiendo una necesidad de sentido, una necesidad de algo verdadero, íntimamente verdadero, y no verdades externas, de afuera, que siempre me dejan en la duda, en la angustia, en el fanatismo o la violencia.

Si esto es así, quiero saberlo por experiencia, por comunicación directa con esa realidad mayor y no sólo porque alguien me lo dice.

He leído los fundamentos ideológicos del Trabajo Social Transformador, como lo han llamado. Me ha encantado cómo el Nuevo Humanismo ha enmarcado esta profesión de un nuevo modo que resuelva la paradoja, de cómo ayudar a un individuo o a una comunidad víctima de la violencia social y al mismo tiempo transformar la estructura social que genera esa violencia, me ha parecido brillante. Esas ideas sin embargo traducen una espiritualidad, traducen una experiencia profunda que se hace carne en el proyecto de Humanizar el Mundo, se concretiza en el ideal de la Nación Humana Universal.

Siguiendo la enseñanza de Silo es que he llegado a estos convencimientos. Creo que todos necesitamos tomar contacto con una experiencia profunda que nos llene de sentido e inspire nuestra acción. No sólo el Trabajador Social, sino las personas a las que el Trabajador Social quiere ayudar. Por eso explicito de donde saco la materia prima para llegar a la experiencia de tomar contacto conmigo mismo. Personalmente y con humildad debo decir que seguí el camino hacia la interioridad propuesto por Silo, para comunicarme con mi espiritualidad y poder mas o menos hablarles de lo que les estoy hablando. Silo lo explica en su Mensaje, pero además lo convierte en una serie de experiencias, personales y colectivas, para ayudar a ésto.

No somos solamente lo que hacemos, no somos sólo lo que pensamos, no somos sólo lo que sentimos, no somos sólo nuestra familia, no somos sólo nuestra cultura, no somos sólo nuestra época. Hay algo muy grande adentro de cada uno, de cada uno, algo muy grande en ese niño que me pide una moneda, y algo muy grande en ese que las acumula y no sabe qué hacer con ellas. Algo muy grande en ese que sabe mucho y en el pobre ignorante, algo muy grande en el cristiano, en el musulmán, en el judío, en el budista y en el ateo. Eso vive dentro de cada uno, es la vida misma, inagotable, está aquí adentro, un poco más adentro, allí en el silencio, más atrás del silencio…. Hoy eso quiere hablarte y lo hará en los nuevos lenguajes del alma.
Muchas gracias.

Dario Ergas
13/10/2007
Universidad Humanismo Cristiano.
Foro Trabajo Social

PERDONAR

Dice Mahatma Gandhi:
“Odia el pecado y ama al pecador.”

Cuando alguien nos ofende, automáticamente tendemos a tachar a esa persona de ruin o mala. Esta costumbre tiene muchas consecuencias negativas, sobre todo si la persona en cuestión es alguien a quien hemos estado muy unidos.
Probablemente la relación saldrá perjudicada. Y pronto nos sentimos incómodos cerca de dicha persona, especialmente en el lugar de trabajo. Aparte de eso, cuando “odiamos al pecadorperdemos una oportunidad importante de practicar la comprensión y el perdón.
Desde luego, es difícil evitar una reacción hostil cuando nos han ofendido. Todavía es más difícil convertir una situación negativa –una situación que induce a emplear epítetos- en una experiencia de crecimiento positiva. Pero es posible y vale la pena intentarlo.
Primeramente, debemos considerar la posibilidad de que la persona que nos ofendió sufriera algún desequilibrio emocional o espiritual. En segundo lugar, debemos tratar de evitar desquitarnos o discutir, pues con ello destruiríamos nuestra oportunidad de ayudar. Finalmente, debemos pedir a Dios que nos ayude a demostrar a esa persona la misma tolerancia, la misma compasión y la misma empatía que gustosamente ofreceríamos a un amigo que padeciera una enfermedad física.

MEDITACIÓN (Aforismo-pensamiento)

“Es al perdonar que se nos perdona.”

LA ESPIRITUALIDAD FRENTE A LA TECNOLOGÍA

Guillermo Marín
MTI/Texcoco Mass Media/Guillermo Marín. Publicada: 02-23-2008
Se afirma, categóricamente, que todos los adelantos tecnológicos que hemos vivido en estos últimos 50 años, nos ponen en uno de los estadios de "mayor oportunidad" que la humanidad ha tenido. Que la modernidad, la globalización, el desarrollo científico, tecnológico y la comercialización, así como la difusión y acceso a los medios masivos de comunicación e información, le permiten al ciudadano común, "llegar tan lejos que él quiera".

Personalmente creo lo contrario. Pienso que jamás el ciudadano común había estado tan vulnerable y desprotegido en su existencia como ahora, especialmente en las sociedades modernas o premodernas. El Ser Humano esta sumido en una ignorancia aterradora, que lo lleva a vivir desolado, solo y sin esperanza.

Ignorante, no es el que no sabe… pues en un mundo tan tecnologizado y con tanta información, TODOS ignoramos muchas cosas. En cambio, IGNORANTE es aquél que no sabe LO ESENCIAL.

En efecto, el no saber lo ESENCIAL DE LA VIDA y estar saturado de mucha "información chatarra", nos hacen vivir "fuera de nosotros mismos". Sin un propósito trascendente. Desprendidos de lo más vital y esencial de la existencia.

Nos referimos al aspecto sagrado del mundo y al aspecto espiritual de la existencia. La pérdida de la sacralidad del mundo y la vida, nos ha llevado a un mundo materializado, en el que "LA VIDA", cualquiera que esta sea, no tiene la menor importancia y el mínimo valor. Trátese de los quinientos niños mexicanos, que de recién nacidos a cinco años, que TODOS LOS DÍAS SE MUEREN por enfermedades generadas por la pobreza, según la Unicef, de las miles de hectáreas de bosques y selvas que todos los días se pierden o de los altos niveles de contaminación de las aguas y atmósfera, que día a día, suben sin importarle a nadie. Muy pocas personas están verdaderamente interesadas y menos aún, están comprometidas con acciones concretas.

Se ha perdido en la sociedad el sentido espiritual trascendente de la existencia. En general, todos estamos enajenados en el Culto al Becerro de Oro. Todo es dinero, objetos que comprar, que tener, cosas que consumir. Nuestras vidas no son más que una lista de cosas "que poseer". Vivimos para comprar y para tener, dado que la sociedad nos ha enseñado que solo con dinero y comprando podemos SER …alguien.

Lo más contradictorio de este problema es que, entre más compramos y más tenemos, más vacíos e infelices nos sentimos. La necesidad de "tener dinero" se vuelve como una droga. Pero como todas las narco-dependencias, entre más consumimos, más mal nos sentimos y más atrapados estamos.

Yo invito al amable lector a que reflexione sobre, qué es lo más valioso y trascendente de su vida. Sí hace este ejercicio, verá que no es nada material, que no tiene que ver con el dinero, y que, toda la ciencia, tecnología y electrónica del mundo, en NADA LE VA A SERVIR PARA TRASCENDER SU VIDA EN VERDAD.

Tal vez este es el origen del problema…¿no cree? NO SABEMOS LA RAZÓN SUPERIOR DE NUESTRA EXISTENCIA. No tenemos un propósito real y profundo de carácter espiritual de nuestra propia vida. Hemos perdido el aspecto espiritual de la vida, carecemos de un "proyecto abstracto de vida".

Todas las civilizaciones antiguas, tenían en el vértice superior de su desarrollo, la trascendencia espiritual de la existencia. El irse con Dios, o al reino de los cielos, o al nirvana, o al Tlalocán, o como usted le quiera llamar. Un estadio superior de conciencia después de la muerte.

Este es el punto. La gente ya no concibe interiormente, LA EXISTENCIA DE DIOS y mucho menos, la vida después de la muerte. En general, especialmente las nuevas generaciones, ya no creen en Dios y mucho menos en la trascendencia espiritual de la existencia. Piensan que como "no esta comprobado científicamente", todo se acaba con la muerte. O como dice la voz popular, "muerto el perro se acaba la rabia". Que lo único cierto y verdadero, porque se puede ver y tocar, es el dinero y los objetos, el "aquí y el ahora" nada más. Y que en la vida "material" está la realización existencial. En pocas palabras, "cuanto tienes, cuanto vales".

Esta es la razón por la cual, hoy podemos ver EL CINISMO y la actitud despiadada y sin temor o compasión, con la que los criminales (de cuchillo o cuello blanco) pueden cometer los crímenes más horrorosos, sin el menor remordimiento…total, no hay nada más, después de la muerte y que, "me quiten lo bailado".

La Modernidad, el Culto al Becerro de Oro y "el sunami" de la tecnología y la globalización han borrado de nuestra sociedad los valores y los principios, éticos, morales y religiosos. La Modernidad ha carcomido a la TRADICIÓN, los usos y costumbres, que se crearon a través de cientos o miles de años.

El discurso de los inconcientes o de "los mercaderes" es que; "todo ha cambiado y que nada se puede hacer contra el cambio, más que cambiar…y rapidito". Esto es una gran mentira. Los valores y principios de los seres humanos son de carácter perenne. Dios y el Espíritu no desaparecerán, porque los seres humanos hayamos sido embrutecidos y deshumanizados. Un dato revelador en contra de la "gran avalancha de la modernidad y la tecnología", es que LA MITAD DE LA HUMANIDAD NO HA HECHO UNA LLAMADA TELEFÓNICA EN TODA SU VIDA. De modo que es un mito, el que la "modernidad" atrapó a la humanidad y que nada se puede hacer.

El que escribe y los que lean esta reflexión, llegarán al último instante antes de la muerte, nadie se salva de este lance. Pues bien, cuando esto esté sucediendo y estemos a un tris de partir de esta realidad, tenga la seguridad amable lector, que de nada nos servirán: el reloj, el teléfono celular, la laptop, la PC, el auto, la casa, el dinero, para cruzar venturosos esta formidable, aterradora y a la vez, maravillosa experiencia.
La tecnología y la materia, de nada nos servirán y lo único que podrá trascender esta realidad es todo aquello que no se ve y que no se toca, que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida.

Se que "no se puede comprobar científicamente" este argumento, pero me baso en la sabiduría milenaria de las seis civilizaciones más antiguas de la Tierra que así lo afirman, solo que de formas diferentes, pero todas coinciden en que "existe vida espiritual", después de la muerte. Millones de personas no han podido estar equivocadas. En los diez mil años que tiene el homo sapiens de vivir en civilizaciones, solo en los últimos cincuenta años, el ser humano, ha vivido con la creencia que no hay vida después de la muerte. Y como hemos dicho antes, por lo menos la mitad de los seres humanos que hoy viven en el planeta, por fortuna, no están contaminados por la tecnología, la modernidad y el consumismo. Finalmente, amable lector, el "solo creer que existe vida después de la muerte"…nos hace mejores seres humanos.

gmarinn@gmail.com (*) Investigador del Instituto de Estudios Superiores de Oaxaca. IESO

RESENTIMIENTO

Dice Buda:
“El odio no cesa por odio, sino sólo por amor, ésta es la regla eterna.”

Poco después de embarcarme e mi viaje espiritual me ví metido en una encarnizada disputa jurídica. Durante las actuaciones me puse furioso con mi adversario. Mi inclinación inmediata fue criticarle duramente, como hacía siempre en otro tiempo. Pero no me atrevía, pues sabía que no podría pagar el precio emocional.
En vez de ello, me esforcé mucho por aplicar soluciones que había empezado a aprender poco antes. Intenté “dejarlo y dejar hacer a Dios”, practicar el perdón y apartarme de la persona amistosamente. Pero el tiempo pasaba y el resentimiento seguía atormentándome.
Presa de desesperación, recurrí a una amiga inteligente. Me sugirió que añadiese una dimensión nueva a mis esfuerzos espirituales rezando por la persona. En varias ocasiones mi amiga había pedido a Dios que concediera “salud, felicidad y prosperidad” a personas que no le gustaban. Además de ello, según me dijo, en cada uno de los casos había imaginado a la persona en cuestión rodeada de un aura de “pura luz blanca”.
Durante varias semanas seguí su consejo. Con gran asombro y alivio por mi parte, la inquina desapareció. Hoy día cuando debo rezar por un adversario la cosa no funciona menos eficazmente que la primera vez. Creo que lo que sucede es que mis plegarias “transportan” a la otra persona del reino de mis pensamientos hostiles al reino del Espíritu, como hija de Dios que es.

MEDITACIÓN (Aforismo-pensamiento)
“La plegaria, especialmente si es por otra persona, puede librarnos de las ataduras del resentimiento.”

LOS CUATRO ACUERDOS DE LA SABIDURÍA TOLTECA

1.- No supongas.
Si tienes duda, aclárala. Si sospechas, pregunta. Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y que NO TIENEN FUNDAMENTO.

2.- Honra tus palabras.
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú. Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; si no te honras a ti mismo, no te amas. Honrar tus palabras es honrarte a ti mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces. Eres auténtico y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.

3.- Haz siempre lo mejor que puedas.
Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.

4.- No te tomes NADA personal.
Ni la peor ofensa.

Ni el peor desaire.
Ni la más grave herida.

Sólo un enamorado de la vida

"¿Cómo sentirme solo, entre tantas estrellas…?
Dios enciende luces cada noche para recordarnos que la vida es una fiesta".


Me declaro Vivo
por Chamalú, Indio Quechua

Saboreo cada acto.
Antes cuidaba que los demás no hablaran mal de mí, entonces me portaba como los demás querían y mi conciencia me censuraba.
Menos mal que a pesar de mi esforzada buena educación siempre había alguien difamándome.¡Cuánto agradezco a esa gente que me enseñó que la vida no es un escenario!¡Desde entonces me atreví a ser como soy!

He viajado por todo el mundo, tengo amigos de todas las religiones; conozco gente extraña: vegetarianos que devoran al prójimo con su intolerancia, personas que caminan con un cartel que dicen: "Yo se más que tu"; médicos que están peor que sus pacientes, gente millonaria pero infeliz, seres que se pasan el día quejándose, que se reúnen los domingos para quejarse por turnos, gente que ha hecho de la estupidez su manera de vivir.

El árbol anciano me enseñó que todos somos lo mismo.

La montaña es mi punto de referencia:
Ser invulnerable, que cada uno diga lo que quiera, yo sigo caminando indetenible, soy guerrero: mi espada es el amor, mi escudo el humor, mi hogar la coherencia, mi texto la libertad, y si mi felicidad resulta insoportable, discúlpenme, no hice de la cordura mi opción, prefiero la imaginación a lo indio, es decir inocencia incluida.

Quizás solamente teníamos que ser humanos.

El que tú no veas los átomos, no significa que no existan.

Por eso es muy importante que sea el Amor lo único que inspire tus actos.

Sin Amor nada tiene sentido, sin Amor estamos perdidos, sin Amor corremos el riesgo de estar de nuevo transitando de espaldas a la luz.

En realidad, sólo hablo para recordarte la importancia del silencio.

Anhelo que descubras el mensaje que se encuentra detrás de las palabras; no soy un sabio, sólo un enamorado de la vida.

El silencio es la clave, la simplicidad es la puerta que deja fuera a los imbéciles.

La gente feliz no es rentable, con lucidez no hay necesidades innecesarias.
No es suficiente querer despertar, sino despertar.


La mejor forma de despertar es hacerlo sin preocuparse porque nuestros actos incomoden a quienes duermen al lado.

Recuerda que el deseo de hacerlo bien será un interferencia; es más importante amar lo que hacemos y disfrutar de todo el trayecto; la meta no existe, el camino y la meta son lo mismo, no tenemos que correr hacia ninguna parte, sólo saber dar cada paso plenamente.

No, no te resistas, ríndete a la vida, quien acepta lo que es y se habilita para hacer lo que puede, entonces se encarnan las utopías y lo imposible se pone a disposición.

La mejor manera de ser feliz es: "ser feliz"; reconstruye tu raíz y saborea la vida; somos como peces de mares profundos, si salimos a la superficie reventamos.

La frivolidad y la intrascendencia condenan la vida a la muerte.

Cuando somos más grandes que lo que hacemos, nada puede desequilibrarnos, pero cuando permitimos que las cosas sean más grandes que nosotros, nuestro desequilibrio está garantizado.

El corazón está en emergencia por falta de amor, hay que volver a conquistar la vida, enamorarnos otra vez de ella; nuestro potencial interior aflora espontáneamente cuando nos dejamos en paz.

Quizá sólo seamos agua fluyendo; el camino nos lo tenemos que hacer nosotros, más no permitas que el cauce esclavice al río, no sea que en vez de un camino tengas una cárcel.

La infelicidad no es un problema técnico, es el resultado de haber tomado el camino equivocado.

Amo mi locura que me vacuna contra la estupidez, amo el amor que me inmuniza ante la infelicidad que pulula por doquier, infectando almas y atrofiando corazones.

El amor es, a nivel sutil, la esencia de nuestra instancia inmunológica.
La gente está tan acostumbrada a complicarse, que rechaza de antemano la simplicidad; la gente está tan acostumbrada a ser infeliz, que la sensación de felicidad les resulta sospechosa; la gente está tan reprimida, que la espontánea ternura le incomoda y el amor le inspira desconfianza.

Hay cosas que son muy razonables y… apestan.
Ya no podemos perder el tiempo en seguir aprendiendo técnicas espirituales cuando aún estamos vacíos de amor.

Quienes no están preparados para escuchar tienen la recompensa de no enterarse de nada.

Disfruta de lo que tienes, recibe lo que venga, crea e inventa lo que necesites, haz sólo lo que puedas, y fundamentalmente celebra lo que tengas.

La vida es un canto a la belleza, una convocatoria a la transparencia, cuando esto lo descubras desde la vivencia, el viento volverá a ser tu amigo, el árbol se tornará en maestro y el amanecer en ritual, la noche se vestirá de colores, las estrellas hablarán el idioma del corazón y el espíritu de la tierra reposará otra vez tranquilo

Me declaro Vivo
por Chamalú, Indio Quechua