PERDONAR

Dice Mahatma Gandhi:
“Odia el pecado y ama al pecador.”

Cuando alguien nos ofende, automáticamente tendemos a tachar a esa persona de ruin o mala. Esta costumbre tiene muchas consecuencias negativas, sobre todo si la persona en cuestión es alguien a quien hemos estado muy unidos.
Probablemente la relación saldrá perjudicada. Y pronto nos sentimos incómodos cerca de dicha persona, especialmente en el lugar de trabajo. Aparte de eso, cuando “odiamos al pecadorperdemos una oportunidad importante de practicar la comprensión y el perdón.
Desde luego, es difícil evitar una reacción hostil cuando nos han ofendido. Todavía es más difícil convertir una situación negativa –una situación que induce a emplear epítetos- en una experiencia de crecimiento positiva. Pero es posible y vale la pena intentarlo.
Primeramente, debemos considerar la posibilidad de que la persona que nos ofendió sufriera algún desequilibrio emocional o espiritual. En segundo lugar, debemos tratar de evitar desquitarnos o discutir, pues con ello destruiríamos nuestra oportunidad de ayudar. Finalmente, debemos pedir a Dios que nos ayude a demostrar a esa persona la misma tolerancia, la misma compasión y la misma empatía que gustosamente ofreceríamos a un amigo que padeciera una enfermedad física.

MEDITACIÓN (Aforismo-pensamiento)

“Es al perdonar que se nos perdona.”